martes, 24 de enero de 2012

SARALEGUI TRAS LOS IMPOSIBLES


Se da por descontado que monsieur SARALEGUI ha debido salir corriendo en mas de una ocasión, ya sea por causa de su pico flojo en las tabernas, de su particular debilidad por las mozas de cresta melancólica, e inclusive, del singular modo que SARALEGUI adopta cuando delira con alcanzar objetivos imposibles. Entre estos últimos se cuenta la ocasión en la que SARALEGUI pretendió hipnotizar a una tigresa para hacerle creer que era gallina de barrio. Al principio todo marchaba según lo planeado, pero SARALEGUI –ya se sabe- no puede mezclar hembras con alcohol. El resultado lamentable nació de un descuido. Cuando apoyaba suavemente su esqueleto sobre la jovencita, comenzó a cantarle un bolero espantoso mientras, arrobado de ternura amorosa, olvidaba la concentración en la hipnosis.
Ella despertó de golpe, sintiéndose engañada e intentó aniquilarlo. SARALEGUI logro, mediante unos movimientos ondulantes, quizá provocados por el mismo estado etílico, no se sabe, alcanzar su salvación, atravesando por el mismo centro, el alambrado de la libertad. Hoy, desde la rama mas alta, SARALEGUI canta su amor perdido, de cara a los crepúsculos, con honda emoción y unas cuantas plumas menos. Salud SARALEGUI!

6 comentarios:

  1. Jajaja... Qué personaje fantástico Saralegui!

    ResponderEliminar
  2. Éste Saralegui...de dónde vendrá?? por ahí me entero que se yo...mejor sería saber dónde está jajja. O no es de aquí, ni es de allá ? mmm Hay Saralegui, cuanta ternura divertida, tapando ese instante de vacía melancolía

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No se Ana, tal vez Saralegui venga del niño que todos o casi todos llevamos dentro...

      Eliminar
  3. Tiene la magia en su mirada y está habitado por el talento.

    ResponderEliminar