La memoria del espermatozoide que fui, revela que era muy distraído y que mientras todos se peleaban por llegar a algún lugar del cual yo –espermatozoide distraído, al fin- no tenía la menor idea, un hálito poético me empujó hacia un reducto desconocido e inesperado.
Mi madre no se acuerda. Mi padre mucho menos.
El espermatozoide que fui, canta y aplaude con su carita inocente. Pobrecito.
El espermatozoide que fui, canta y aplaude con su carita inocente. Pobrecito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario